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Foto del escritorSteven Neira

Sobre la sanción al P. Javier Olivera

Es asunto de todos conocido, que las sensibilidades actuales no son lo que eran en tiempos de León XIII o de San Pío X, es decir, hoy una masa considerable de católicos (curas y obispos incluidos) siente gran ofensa cuando se habla contra la democracia o contra los sentimientos religiosos de otras creencias, mientras que, las ofensas a la Madre de Dios o incluso a la eucaristía, pueden ser "reinterpretadas con mente más abierta y compasiva"... compasiones que no entiendo y mentes abiertas que en casi todos los casos, ocasionan la caída del cerebro. De hecho, habiendo pasado ya un tiempo desde las blasfemias de la inauguración de los Juegos Olímpicos, siguen habiendo católicos que se tragaron el cuento de la "representación de Dionisio".


Ahora estamos ante una nueva censura y destierro -como ya nos tiene acostumbrado este tiempo actual de misericordia y sinodalidad- de el P. Javier Olivera Ravasi. Un cura que ha venido sistemáticamente cometiendo el gran "pecado" de enseñar la doctrina católica tradicional, y por tradicional no debe entenderse que la predica en latín o que va echando incienso a su paso. Se trata más bien de aquellas predicaciones olvidadas que invitan a la conversión del pecador, que hablan del infierno como una realidad y del comunismo como una ideología condenada por la Iglesia en incontables momentos de la historia, y por supuesto, de todas estas enseñanzas tradicionales, no se le ha querido perdonar el nefando crimen de desmitificar las mentiras que se han vertido sobre episodios importantes de la historia como la Conquista Española, la Inquisición, las Cruzadas o la Revolución Francesa.


En fin, que mi interés no es "salir en su defensa" y mucho menos defender lo que predica, pues la verdad, como decía san Agustín, es como un león y no necesita ser defendida, sino más bien dejarla suelta, porque se defenderá a sí misma. Aquí el tema es otro... y es que queda al descubierto una vez más el criterio inentendible con el que ciertos obispos sinodales aplican el martillo de la misericordia.


Según el comunicado oficial del obispo de Zárate-Campana, no hubo un "cambio de actitud" en el p. Javier después de que se recibieran distintas "quejas fundadas sobre las expresiones y actitudes del sacerdote, las cuales se consideraron contrarias al testimonio cristiano" ¿Cuáles vendrían a ser estas actitudes anticristianas? Vaya Dios ha saber... solo se que días vendrán en que curas como el p. James Martin S.J. o la hermana Xiskya Valladares sean sancionados o excomulgados, aunque sea postmortem. Sé que eventualmente la promoción activa de la ideología LGTBI+ o de la herejía modernista que va socavando los fundamentos de la fe, son crímenes que no quedarán impunes en la Iglesia de Cristo. Sí, puede que hoy sea el tiempo en que los modernistas cantan una furibunda victoria, parados en las cenizas estériles de falsas esperanzas conciliares o de primaveras que se sienten como el peor de los otoños, pero quien ha leído la Historia de la Iglesia encuentra en ella un bálsamo, porque sabe que para Dios los años y los siglos son cosa de ayer.


En cuanto a la Argentina católica, no le queda otro camino que la contrarrevolución, de hecho, a la Iglesia toda, etendida .como ese grupo pequeño del que hablaba Benedicto XVI. Después de todo, a ciertos obispos actuales, las palabras que evocan verdades absolutas y conceptos de reciedumbre y batalla, les causan ansiedad y susto. Que se preparen y se vayan tomando su té, porque la tradición de la Iglesia tiene sello de eternidad que ha sabido doblegar Imperios y herejías, así que ha de poder también con católicos de TikTok y modernistas de albacasulla.


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